Desafío 2022

Por Guillermo Navarrete Hernández

En Colombia, el 13 de diciembre de 2021 culminó el término para la inscripción de listas y candidatos que aspiran a ocupar una curul en la Cámara de Representantes y en el Senado de la República a través de las elecciones que se llevarán a cabo el 13 de marzo de 2022. Juego democrático en el que hay de todo como en botica.

En la historia republicana de nuestra nación, han sido muchos los momentos de quiebre generadores de cambios en el devenir de la sociedad y de su pensamiento político.

La revolución de los comuneros. El descontento de unos campesinos por la pesada carga tributaria impuesta por los invasores ibéricos, parecía ser la gota que rebosó la copa, la que se alimentaba con los vejámenes perpetrados en contra de nuestros aborígenes y de unos pobladores sometidos al secuestro masivo y reclutamiento forzado con intención esclavizadora. La gloria alcanzada por unos desarrapados que por su ardentía habían podido de alguna manera desestabilizar el régimen, fue sofocada con una solapada negociación que pocos días después sería traicionada con el asesinato de sus más connotados líderes. Sin embargo, esta se constituyó en uno de los antecedentes más importantes de lo que 29 años después sucedería.

La publicación de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano realizada en 1793 por Antonio Nariño, es otro de esos hitos. La subversiva traducción basada en la historia de la revolución francesa de 1789, generó la sentencia de Nariño a diez años de prisión y la confiscación de sus bienes por parte del régimen (Biblioteca Nacional de Colombia, 2021), pero que sembró la semilla de forjar una sociedad basada en la libertad y la igualdad.

El 20 de julio de 1810, una riña provocada en contra de un español que poseía un negocio en la esquina de la que hoy es la Plaza de Bolívar, creó el ambiente para librarse de la opresión española. La batalla en la que un ejército de descamisados que osadamente cruzó el Páramo de Pisba, el 7 de agosto de 1819 derrotó el destacamento ibérico. La abolición de la esclavitud en 1851 y el inicio de la aún aplazada reivindicación de los derechos de la población afrodescendiente y aborigen. La constitución de 1886 que derogó la de Rionegro y estableció un Estado centralizado en una revalidación conservadurista de las élites. La Guerra de los Mil Días y el posterior armisticio de los alzados en armas a la cual algunos historiadores como González (2015), Villamizar (2019) o Fals Borda (2005), le atribuyen odios heredados que no se han podido superar. El asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948, la toma de Marquetalia en 1964, la constitución de 1991, el fracaso de las negociaciones del Caguán en el año 2002 y el acuerdo firmado entre las extintas Farc y el Gobierno Nacional hace un lustro, son entre otros tales acontecimientos.

No obstante salir de la esclavitud de la corrupción, el clientelismo y la manipulación de la que se vale cierta clase dirigente, no ha sido posible. Las que se avecinan son unas elecciones en las que se tiene la oportunidad de determinar el punto de inflexión al quehacer político, vital para empezar a superar la pobreza y la desigualdad, pero eso sólo se logra con congresistas que estén dispuestos a no extorsionar al gobierno de turno para sus propios intereses o los que representan. El desafío entonces es acudir masivamente a las urnas con dicho propósito, previa la escucha de propuestas y el examen de hojas de vida, en un marco de tres coaliciones: Pacto Histórico, Centro Esperanza y de la experiencia, y partidos políticos con listas propias. El llamado es especialmente a los jóvenes, para que eviten soslayar tan anhelado momento histórico.

Cambio climático, deforestación, polinización y escasez de agua

Por Iván R. Pulido

Muy importante definir el agua como elemento vital, eje de la sostenibilidad, supervivencia de la vida de numerosos ecosistemas y equilibrio de temperaturas para nuestro planeta.

El agua es derecho humano básico, esencial para la seguridad y paz del mundo, abordar su tema no es tarea a tomar a la ligera, es el desafío para forjar el futuro de nuestra genética.

Una de las formas para diagnosticar el cambio climático es el agua, causante de la reducción del 84% de peces y otras especies de agua dulce, de la extinción de alrededor de un millón de especies animales y vegetales; y de escasez de por lo menos una vez al año para 4 mil millones de personas por su agudizada crisis.

El calentamiento global se manifiesta al alterar el ciclo del agua. El clima varia y se intensifican las sequías, inundaciones, deshielos, aumentos del nivel del mar, tormentas, con las graves consecuencias ampliamente conocidas.

Y como resultado del mundo caldeado, el aire retiene más humedad, absorbe más agua de  océanos, acuíferos, suelos y plantas, expresiones altamente negativas en la disponibilidad y suministro de agua para todo consumo.

La deforestación selvática en similar potencial influye, el solo hecho de arrasar el 17% de la vegetación del Amazonas aproxima a llevar esta región al punto sin retorno del no logro de su rol en el ciclo hidrológico, que en el caso de alcanzar devastación del 20%, puede saltar de ser soporte de la biodiversidad a su conversión en extensas y áridas sabanas.  

Todo tipo de actores se apropian hoy de las tierras de la Amazonía y Orinoquía de manera ilícita comprándolas en mercados informales, para quema de bosques y usos en ganadería y siembras extensivas de cultivos legales e  ilegales, en camino a transformar la mayor biodiversidad del mundo a su erosión genética o de pobreza.