Pereira, Colombia -Edición: 12.904 - 484 Fecha: Sábado 02 - 04 -2022 |
Columnista |
-| 11 |
|
|
|||
|
Discriminación racial en Colombia
Iván R. Pulido
Las poblaciones indígenas y afrodescendientes, presentan grandes rezagos en acceso a la salud, educación, posiciones laborales, niveles de escolaridad, servicios financieros y tenencia de tierras.
Situación invariable desde 1.492 en que los españoles cohabitaron con indígenas, negras, mestizas, mulatas y zambas, dando origen a mezclas causales de mucha polémica étnico racial para nuestra historia, época de la conquista, en que la casta mestiza era bien vista por las autoridades españolas, hasta un día de alarmante signo de mayoría mestiza en el reino, obligante a imponer a sus coterráneos traer sus esposas o parejas de España y prohibir los matrimonios de españoles con indígenas, negras, mulatas o zambas.
Para a finales de la colonia en 1.750, nuevamente vulnerar a nuestros indígenas, y someterlos a vivir en un régimen paternalista como menores de edad, bajo la tutela y protección del Rey de España, con el fin de disminuirlos y negarles el asumir su personalidad, con los agravantes adicionales de negación del, acceso a la educación, al desempeño de cargos de gobierno, salvo al de cacique o alcalde de su propio pueblo y obligarlos a vivir solo en pueblos para indios.
La población mestiza al finalizar 1.778, en un principio careció de tierras propias y de residencia precisa, por la negativa idea que asumieron las autoridades españolas al considerar a los mestizos, vagos, ambiciosos, astutos, conflictivos, pendencieros, inestables, razón que les obligo igualmente a mantenerlos separados de los indígenas, prohibiéndoles cohabitar y comercializar con ellos en sus pueblos.
|
|
La razón para mantener estas diferencias, era demostrar la condición de subordinación y explotación que debían mantener sobre la población en general y de menor medida sobre los criollos.
Para un español no tener mescolanzas en la época de la conquista de América, significaba supremacía, tener privilegios y atribuir su dominio público y comunitario.
Los más puros, eran los españoles venidos de la Península Ibérica y quienes ocupaban las posiciones más honrosas.
Le seguían los criollos o hijos de españoles nacidos en América, quienes también gozaban de ciertos privilegios y derechos.
Luego los mestizos, viciados por su porcion de sangre indígena o negra, razón de prohibiciones, recelos e hirientes opiniones.
Finalmente los indígenas y esclavos negros, que componían el origen de la impureza y sobre los cuales pesaban las más inadmisibles marginaciones.
Era tal la inquina y vulneración ejercida contra la población mestiza y la arbitrariedad racial general que caracterizaba a las autoridades coloniales, que términos nombrables como mestizo, negro, mulato, zambo o indio, llegaban a significar delitos contra la honra, semejantes al descredito.
Los esclavos en aquella sociedad eran el nivel más bajo, no eran personas sino cosas, sus dueños los negociaban como mercancías, les definían hasta su matrimonio, no podían opinar ni pensar, para ellos no existía jurisprudencia protectora.
La población negra desempeñaba las labores más rudas de trabajo, en minas, haciendas, las leyes y amos les sometían a los más duros castigos y penas que iban desde prisión, golpes y mutilación de órganos corporales.
La jurisdicción española termino por convencerse que las exclusiones y segmentación en linajes mantenidos, eran |
imposibles de mantener debido a los cambios de estructura poblacional y de economía producidas.
El proceso mismo de la guerra de independencia, otorgo al grupo mestizo oportunidades mayores para ganar participación creciente en la dirección de la política, economía y vida social en general.
La colonia dejó como herencia a nuestro país y a todos los países de América Latina una sociedad dividida en grupos raciales y sociales separados por sólidas barreras sicológicas y culturales, relacionados con sentimientos hostiles y diferenciadores que parecían inevitables, determinadas por designios superiores.
Blancos, mestizos, indígenas, mulatos, sambos y negros no parecían tener similitud en nada, no pertenecían a la misma patria, a pesar de hablar la misma lengua, tener la misma religión y un pasado o historia comunes.
Viendo la realidad del hoy, podemos concluir que la discriminación no se ha equilibrado plenamente, hay progresos, la reforma constitucional de 1991, motivo al cambio de mentalidad de algunos grupos sociales, pero aún se advierten odiosas e irracionales discriminaciones que marcan el ADN de esa imborrable y opresiva época colonial.
Los afrodescendientes, han sufrido por mucho tiempo el racismo, la discriminación, la esclavización; consideramos es hora del respeto a sus derechos, a la identidad, a no ser llamado negro, a la interculturalidad, a la diferenciación positiva en la política pública estatal, a la inclusión social, a ser tratados con igualdad, a su dignidad y a no repetirle vulneración alguna.
ASOCIACION DE PROFESIONALES PROTECTORES DEL CAMPO
|
|
© Elimparcial.com.co | Contacto 57 6 348 6207 © 1948-2009 - 2021 - El Imparcial Editores, SAS - La idea y concepto de este periódico fue hecho en Online Periodical Format (OPF) que es un Copyright de ZahurK. Queda prohibido el uso de este formato (OPF) sin previa autorización escrita de ZahurK
|