Fundado el 18 julio de 1948

Por Rafael Cano Giraldo -1948-1981

Publisher: Zahur K. Zapata - 1981 –

 

 

 

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Pereira, Colombia - Edición: 12.946-526

Fecha: Sábado 09 de Julio de 2022

 

EDITORIAL

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EDITORIAL

 

 

Necesitamos una urgente reforma a la justicia
 

 

No cabe duda alguna que el sistema judicial colombiano es uno de los peores no solo de Latinoamérica, sino quizás del mundo entero, en nuestro país en lo que compete a la rama penal ya nada nos sorprende y nada nos sorprende porque ya perdimos la capacidad de asombro.


Y cómo no debería de ser así, a diario escuchamos noticias que indican que criminales de la peor calaña, asesinos, corruptos y hasta violadores quedan en libertad por vencimiento de términos, es decir porque se aplazan las audiencias ante la falta de fiscales y los criminales quedan libres sin pagar su castigo.


Observamos entonces a diario familias desgarradas por el dolor que han perdido a uno de sus seres queridos que fueron asesinados y vemos como los culpables gracias a ese famoso preacuerdo que se inventó la Fiscalía hace algunos años para descongestionar el aparato judicial optan por bajarle la pena a quienes acepten cargos.


Vemos que gracias a este preacuerdo personas que han asesinado con sevicia hasta niños y mujeres indefensas y líderes sociales terminan pagando solo hasta ocho años de cárcel porque gracias a esta congestión judicial no hay tiempo para más investigación, y la meta es descongestionar el sistema judicial.

Como es posible que un solo fiscal en Colombia cuente con más de 2.000 casos para resolver y solo porque existe un déficit de investigadores que hace que crezca la impunidad en el país.

 

Es tanta la desesperación de la rama judicial por no seguir llenando la cárcel que, si una persona no tiene antecedentes judiciales se atreve a robar por primera vez incluso con arma blanca o arma de fuego, lo más seguro es que quede en libertad el mismo día porque los jueces se basan en si tiene o no antecedentes para definir si va a la cárcel o no.


Hoy en día vemos y oímos testimonios de cientos de familias víctimas del feminicidio, quienes aseguran que su familiar en vida puso el denuncio en la Fiscalía por amenazas de su expareja pero nunca tomaron las medidas necesarias ni la escucharon y terminó sin vida porque el Estado no la defendió ni le generó la seguridad que requería a tiempo.


Por todos estos detalles mencionados anteriormente y por muchos otros que no se alcanzaron a contar en esta edición por cuestión de tiempo, es URGENTE que se piense analizar de manera muy seria de una nueva reforma a la justicia que implique otro sistema, porque la verdad es que este que tenemos se encuentra totalmente colapsado y no sirve para nada.


Es hora que miremos otros modelos de justicia como los que operan en los Estados Unidos en donde gente decente de sociedad hace parte de los procesos investigativos y son elegidos por su pulcritud, rectitud y contribuyen en gran manera a descongestionar el sistema penal, siendo este un mecanismo de justicia que se debería empezar a aplicar en Colombia.

   

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Crónica de Gardeazábal # 448

 

DIZQUE ORDEÑARON HASTA LA PAZ

 

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

Audio: https://www.spreaker.com/episode/50508320

Las denuncias que surgieron a raíz de la investigación de BluRadio sobre el manejo de la plata de la paz en las OCAD, en donde se dijo, pero no se probó fehacientemente, que a un grupo de alcaldes y gobernadores les exigían coimas para aprobar proyectos que cumplirían lo pactado en la paz de La Habana, armó el alboroto.

 

Y más creció, o se orientó, cuando se dijo que las 2 funcionarias de Planeación encargadas de bajar la guadua, tenían un presunto contubernio donde no estaba ausente la Contraloría, en especial dos funcionarios de alto nivel que clasificaron, curiosamente, entre los 10 preseleccionados para aspirar a ser Contralor de la República.

Inmediatamente los dos afectados, y dicen que también el Contralor Córdoba, presentaron una demanda por injuria y calumnia. Y ayer, la doctora Barco, Directora Nacional de Planeación, donde parece que se implementaba el retén extorsivo del OCAD, puesto que allí se aprobaban las partidas para regar con plata la paz pactada a través de dos de sus empleadas, anunció que desde agosto del 2021 cuando llegó al cargo, reemplazando a quien es ahora, (qué curioso), otro tercer preseleccionado en la misma lista para Contralor, conocía de las denuncias pero que ya han archivado dos de las cinco por falta de pruebas.

A su vez el antiguo Consejero Presidencial, don Emilo Archila, quien fue uno de los quejosos ante Planeación sobre la presunta existencia de esas extorsiones, ya fue llamado por la Fiscalía para profundizar en su denuncia.

 

Empero en Colombia, donde los partidos políticos se convirtieron en unas cooperativas de contratistas y cada congresista representa no exactamente a sus regiones sino a esa punta del iceberg de la corruptela, que comienza con la repartisiña de las cifras indicativas del Presupuesto Nacional, podría darse que la plata para hacer la paz de pronto se la hubiesen birlado.

Pero también, y hay que advertirlo, sólo en este país, otrora la Colombia del Sagrado Corazón y de San José Gregorio, en donde las cosas se han hecho y olvidado milagrosamente por la sangre de Jesucristo o las consultas y cirugías fantasmagóricas del médico venezolano, podrían coaligarse la más altas togas parientas de los acusados con la más descarada apetencia para callar una vergajada de tales proporciones.

Quedan muchas dudas. El reverbero de acusaciones contra los precandidatos a Contralor ha crecido en redes sospechosamente porque parecen impulsadas desde los garajes de las guerras sucias. Sobre todo cuando se hace bulla en esas mismas redes para que se baraje de nuevo el listado de los preseleccionados y se anulen las tres calificaciones hechas por el Congreso anterior para cumplir la ley que obliga a elegir Contralor antes del 3 de agosto.

El Porce, julio 8 del 2022
 

 

 Se están robando a la ciudad y el gobierno no se da por enterado 

 

 

Por: Zahur Klemath Zapata

zkz@zahurk.com  

 

Las tapas de alcantarillado, el alambre de cobre de las líneas eléctricas más todo el metal que esté a la vista desaparece a los ojos de quienes se suponen son los que protegen a la ciudad. En el centro de la ciudad se y en cualquier sitio no se puede dejar nada a la vista porque desaparece.

 

La ciudad está enferma y hablamos de clases sociales como si esto fuera orgullo pertenecer a uno de estos estratos.

 

¿Estrato de qué?

 

Si los unos y los otros se cuidan para que el vecino no lo robe o el ladronzuelo no se robe la ropa tendida al sol. Todo es un concierto de delincuentes que están de fiesta pregonando que los otros son unos ladrones y hay que cuidarnos aunque haya que sonreír para no perder la amistad. 

 

El alcalde y todo su séquito andan protegidos por temor a un secuestro o que un raponero se les quede con el reloj o quizás con la cadena de oro que pende en su cuello.  Todos se protegen pero quienes tienen el poder de poner orden en casa se resguardan tras su guardia pretoriana.

 

El centro de la ciudad es cuna de bandidos y Alii Baba tiene sus oficinas donde controla a sus esbirros para que traigan la mercancía robada y como buen reducidor paga miserablemente lo mal habido porque todos al final ganan.  

 

¿Para qué el pueblo los eligió?

 

Todos sabemos que ese cargo es de mucha responsabilidad y deberes que hay que cumplir, si no se pone orden en la casa hasta el ratón se come el queso y juega con la trampa. En las manos del burgomaestre, el concejo municipal, la policía y la fiscalía está el buen manejo del bienestar de la ciudad y la tranquilidad de los ciudadanos.

 

Todos pagamos impuestos como cuota de manejo del bienestar de la ciudad. Lo menos que pedimos es que se sienta que estamos en una ciudad que esté administrada por gente que sí sabe hacer su trabajo profesionalmente y que en las próximas elecciones si puedan dar la cara y no salir a refugiarse donde el diablo se perdió en la maraña.  

 

Al pasar por el frente de la alcaldía da la sensación que la ciudad que está en guerra no declarada. Todo parece que estuvieran en acuartelamiento de segundo grado llegando a primero. La alcaldía es el símbolo de la libertad y que todo está en orden pero cuando la vemos enrejada y con barreras y guardas por todos lados la percepción cambia. Desde allí se puede ver el temor que tienen los que están adentro.

 

¿Y los de afuera como se sienten?

 

Que algo raro está pasando en una ciudad que antes era la ciudad de las puertas abiertas.

 

 

 

 

  

 

 

  

 

 

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