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Pereira, Colombia - Edición: 12.946-526 Fecha: Sábado 09 de Julio de 2022 |
EDITORIAL |
- 9 | |||||
EDITORIAL
Necesitamos una urgente reforma a
la justicia
No cabe duda alguna que el sistema judicial colombiano es uno de los peores no solo de Latinoamérica, sino quizás del mundo entero, en nuestro país en lo que compete a la rama penal ya nada nos sorprende y nada nos sorprende porque ya perdimos la capacidad de asombro.
Es tanta la desesperación de la rama judicial por no seguir llenando la cárcel que, si una persona no tiene antecedentes judiciales se atreve a robar por primera vez incluso con arma blanca o arma de fuego, lo más seguro es que quede en libertad el mismo día porque los jueces se basan en si tiene o no antecedentes para definir si va a la cárcel o no.
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Colaboradores Jotamario Arbeláez Teresa Pardo |
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Crónica de Gardeazábal # 448
DIZQUE ORDEÑARON HASTA LA PAZ
Por: Gustavo Álvarez
Gardeazábal
Audio:
Y más creció, o se orientó, cuando se
dijo que las 2 funcionarias de Planeación encargadas de bajar la
guadua, tenían un presunto contubernio donde no estaba ausente la
Contraloría, en especial dos funcionarios de alto nivel que
clasificaron, curiosamente, entre los 10 preseleccionados para
aspirar a ser Contralor de la República.
Empero en Colombia, donde los partidos
políticos se convirtieron en unas cooperativas de contratistas y
cada congresista representa no exactamente a sus regiones sino a esa
punta del iceberg de la corruptela, que comienza con la repartisiña
de las cifras indicativas del Presupuesto Nacional, podría darse que
la plata para hacer la paz de pronto se la hubiesen birlado.
El Porce, julio 8 del
2022 |
Se están robando a la ciudad y el gobierno no se da por enterado
Las tapas de alcantarillado, el alambre de cobre de las líneas eléctricas más todo el metal que esté a la vista desaparece a los ojos de quienes se suponen son los que protegen a la ciudad. En el centro de la ciudad se y en cualquier sitio no se puede dejar nada a la vista porque desaparece.
La ciudad está enferma y hablamos de clases sociales como si esto fuera orgullo pertenecer a uno de estos estratos.
¿Estrato de qué?
Si los unos y los otros se cuidan para que el vecino no lo robe o el ladronzuelo no se robe la ropa tendida al sol. Todo es un concierto de delincuentes que están de fiesta pregonando que los otros son unos ladrones y hay que cuidarnos aunque haya que sonreír para no perder la amistad.
El alcalde y todo su séquito andan protegidos por temor a un secuestro o que un raponero se les quede con el reloj o quizás con la cadena de oro que pende en su cuello. Todos se protegen pero quienes tienen el poder de poner orden en casa se resguardan tras su guardia pretoriana.
El centro de la ciudad es cuna de bandidos y Alii Baba tiene sus oficinas donde controla a sus esbirros para que traigan la mercancía robada y como buen reducidor paga miserablemente lo mal habido porque todos al final ganan.
¿Para qué el pueblo los eligió?
Todos sabemos que ese cargo es de mucha responsabilidad y deberes que hay que cumplir, si no se pone orden en la casa hasta el ratón se come el queso y juega con la trampa. En las manos del burgomaestre, el concejo municipal, la policía y la fiscalía está el buen manejo del bienestar de la ciudad y la tranquilidad de los ciudadanos.
Todos pagamos impuestos como cuota de manejo del bienestar de la ciudad. Lo menos que pedimos es que se sienta que estamos en una ciudad que esté administrada por gente que sí sabe hacer su trabajo profesionalmente y que en las próximas elecciones si puedan dar la cara y no salir a refugiarse donde el diablo se perdió en la maraña.
Al pasar por el frente de la alcaldía da la sensación que la ciudad que está en guerra no declarada. Todo parece que estuvieran en acuartelamiento de segundo grado llegando a primero. La alcaldía es el símbolo de la libertad y que todo está en orden pero cuando la vemos enrejada y con barreras y guardas por todos lados la percepción cambia. Desde allí se puede ver el temor que tienen los que están adentro.
¿Y los de afuera como se sienten?
Que algo raro está pasando en una ciudad que antes era la ciudad de las puertas abiertas.
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