CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
Desmitificando la meditación:
Un camino hacia el bienestar interior
¿Qué es meditar?
Más allá de sentarse en silencio con las piernas cruzadas, la meditación es una
práctica milenaria que implica entrenar la mente para enfocarse en el presente
con amabilidad y aceptación. Se trata de observar nuestros pensamientos,
emociones y sensaciones sin juzgarlos, permitiendo que fluyan sin pegarse a
ellos.
¿Por qué era importante meditar para Budha?
Para Siddhartha Gautama, quien más tarde se convertiría en Budha, la meditación
fue la herramienta fundamental para alcanzar la iluminación. A través de la
meditación, logró desprenderse del sufrimiento y comprender la verdadera
naturaleza de la realidad.
¿Qué beneficios aporta la meditación?
Los beneficios de la meditación son numerosos y abarcan tanto la salud mental
como la física:
• Reduce el estrés y la ansiedad: La práctica regular de la meditación ayuda a
calmar la mente y disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
• Mejora la concentración y la memoria: Al entrenar la atención, la meditación
nos permite enfocarnos mejor en las tareas y recordar información con mayor
facilidad.
• Promueve el sueño: La meditación puede ayudar a conciliar el sueño y mejorar
la calidad del mismo.
• Aumenta la autoconciencia: Observando nuestros pensamientos y emociones sin
juicio, podemos comprendernos mejor a nosotros mismos.
• Desarrolla la compasión: La meditación nos ayuda a conectar con el sufrimiento
propio y ajeno, fomentando la empatía y la bondad.
• Fortalece el sistema inmunológico: Se ha demostrado que la meditación puede
mejorar la respuesta del sistema inmunológico a las
enfermedades.
• Reducir la presión arterial: La práctica regular de la meditación puede ayudar
a disminuir la presión arterial.
• Alivia el dolor crónico: La meditación puede ayudar a manejar el dolor crónico
y mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen.
¿Qué no es la meditación?
Es importante desmitificar algunas creencias erróneas que se tienen sobre la
meditación:• No es necesario vaciar la mente: La meditación no se trata de
"dejar la mente en blanco". Se trata de observar los pensamientos sin pegarse a
ellos.
• No es una religión: La meditación no está asociada a ninguna religión en
particular. Puede ser practicada por personas de cualquier raza o cualquier
otra.
• No es fácil: Al principio, puede ser difícil enfocar y controlar los
pensamientos. Sin embargo, con la práctica regular, la meditación se vuelve más
fácil.
• No es para todos: la meditación puede ser beneficiosa para la mayoría de las
personas, pero algunas personas con ciertas condiciones mentales pueden
necesitar orientación profesional.
¿Cómo podemos incorporar la meditación a nuestra vida diaria?
Existen diferentes técnicas de meditación, pero todas ellas comparten algunos
elementos básicos:
• Encontrar un lugar tranquilo: Busca un lugar donde puedas estar solas y sin
interrupciones.
• Adoptar una postura cómoda: Puedes sentarte en una silla, en el suelo o
incluso caminar.
• Concentrarse en la respiración: Presta atención a la entrada y salida de aire
de tu nariz o boca.
• Observar los pensamientos: Cuando surjan pensamientos, simplemente obsérvalos
sin juzgarlos y deja que pasen.
• Ser paciente: No te desanimes si te resulta difícil al principio. La
meditación requiere práctica regular.
Complementos para la meditación:
Existen algunos recursos que pueden ayudarte a profundizar en la práctica de la
meditación:
• Clases de meditación: Puedes encontrar clases presenciales o en línea guiadas
por un instructor experimentado.
• Aplicaciones de meditación: Existen diversas aplicaciones que ofrecen
meditaciones guiadas, música relajante y temporizadores.
• Libros sobre meditación: Hay una gran
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cantidad de libros disponibles que pueden
ayudarte a aprender más sobre
la meditación y sus beneficios.
En definitiva, la meditación
es una herramienta poderosa que puede ayudarnos
a mejorar nuestro bienestar físico y mental. Al incorporar la
meditación a nuestra vida diaria, podemos cultivar la paz interior, la claridad
mental y la compasión, y así vivir una vida más plena y significativa.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
DE AQUÍ Y DE ALLÁ
EL DAÑO QUE CAUSAN LOS PERIODISTAS CON RODILLERAS
Por: Otoniel parra arias.
Hablando de "influenciadores", neologismo de moda, algunos dedicados al
"periodismo social" causan casi sin proponérselo, gran perjuicio desde programas
de gran sintonía y de formato circunstancial que tocan sin sonrojarse temas de
farándula o política pero con igual liviandad, más cercana a la más empalagosa
adulación que resta profundidad a las preguntas y respuestas, obligándo al
teleespectador a cambiar de canal para no recaer en depresión asfixiante. Me
refiero propiamente a la entrevista de "Yo José Gabriel" al embajador de E.E.U.U
en Colombia, señor Palmieri, que con el acento de alto protocolo (José Gabriel
fue diplomático en México) exageró el esmero del entrevistador al entrevistado
hasta llevarlo a un terreno quizá engolado en busca del diálogo de amable
paisanaje, lo que restó interés a temas difíciles pero necesarios para aclarar
incógnitas binacionales de fondo como lo esperaba la gente. Pero esos son
algunos estilos de entrevista que se estilan en la prensa colombiana con pocas
intenciones de hacer honor a la verdad y por el contrario de tapar juiciosamente
la suciedad bajo la alfombra, reconociendo eso sí, la existencia de varias
expresiones valientes y audaces desde los medios tradicionales y electrónicos,
dentro de los términos del respeto pero sin rodilleras.
Julio 9 de 2024
¡VAYA ESTILO DE GOBERNAR!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Gustavo Petro tiene sin la menor duda un concepto de la gerencia pública y un
estilo para gobernar completamente errático y naturalmente fallido en sus
resultados.
Estos últimos están a la vista de todos.
Y no hay un solo colombiano que exprese hoy, mejoría en sus condiciones de vida.
¿Se acuerdan de la Alcaldía de Petro en Bogotá?
Cada 45 días había una crisis en el gabinete con sus secretarios,
a quienes sacaba en medio de una vulgar gazapera.
Aquí en este gobierno, el estilo no cambia.
El mensaje de despedida a los ministros salientes fue:
“¡Los cambio por que fueron erráticos, burócratas y miedosos!”
¿Qué tal la despedida?
“¡Así paga el diablo a quien bien le sirve!”
¿Que pueden estar sintiendo esos exministros hoy?
Tengo vivo el recuerdo de otro grupo de exministros que fueron sacados del
cargo, sin siquiera avisarles.
Alejandro Gaviria, fue notificado por un portero del palacio de Nariño, que ya
no era ministro, al negarle el ingreso al edificio.
Cecilia López, la hablantinosa economista que se regaló para el ministerio de
agricultura, para hacer la reforma agraria, fue sacada de un sombrerazo, sin
entender qué pasó, y sin conseguir nada.
Y Ocampo, el ex ministro de Hacienda que sacó adelante una
reforma tributaria, también salió por la puerta de atrás, sin explicación ni
despedida alguna.
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El denominador común entre los anteriores
exministros
y los que acaban de salir es uno:
El desprecio por el presidente y el arrepentimiento de haber acompañado a un
mandatario que nunca los atendió personalmente, ni los acompañó en las crisis.
Petro maneja y cambia sus ministros como si fueran preservativos.
Otros eran los tiempos de Uribe y Duque, con unos equipos de ministros,
competentes, preparados y que dejaron todos huella.
Eran tiempos de estabilidad laboral y de trabajo en equipo.
Compartían hombro a hombro sus consejos comunitarios y las visitas a los
distintos lugares de la patria.
En todos ellos hay también un denominador común:
El respeto, la admiración y el agradecimiento con sus presidentes.
Ahí tienen la diferencia.
Y saben con qué mensaje recibió Petro a los nuevos ministros que acaba de
nombrar:
“¡Si alguno de Ustedes tiene miedo a la prensa o a las Cortes, es mejor que
renuncie ya!”
¿Qué tal esa advertencia macabra?
Pues es la prensa la que indaga y confronta a los ministros sobre su trabajo,
sus problemas y sus crisis.
Y son las Cortes las que hacen la vigilancia constitucional y legal de los actos
de esos ministros.
Claro que no hay que tenerles miedo.
Pero sin duda hay que tenerles el justo respeto.
La división de poderes en la constitución colombiana, le otorga a las Cortes el
poder de habilitar o tumbar los decretos y leyes que producen el ejecutivo y el
legislativo.
Y la prensa, denominada el cuarto poder, no tiene ninguna potestad
constitucional, pero es la que maneja al público y le llega cada día a su
tv, a sus radios o en periódicos de
papel.
Y a través de las redes que llegan a todos, a través de sus móviles.
¿Cómo no respetarlos?
Pues en ese manejo improvisador y bipolar de los ministros está una buena parte
del fracaso gerencial y de resultados de este gobierno.
Esos ministros que Petro maneja como fusibles, son los que deberían planear,
ejecutar y materializar todos los proyectos del gobierno.
En esos ministros y sus equipos técnicos reposa la gran parte de la ejecución
del plan de gobierno.
De nada le sirvieron los gestos de lambonería
a los exministros
Prada y Velasco, Gaviria, López y
Ocampo.
Igual salieron por la puerta de atrás, y sin el menor reconocimiento por parte
de Petro.
Los cambió como a unos preservativos.
¿Así, que resultados se pueden esperar?
¡Es como cambiar el cirujano y las enfermeras tres veces en la misma cirugía y
con el mismo paciente!
Nada bueno puede salir de ese quirófano.
El trabajo en equipo es la clave del éxito de cualquier empresa privada o
pública.
Y armar esos equipos con gente competente, naturalmente la esencia misma del
éxito.
Petro ni se detuvo a mirar su competencia ni les generó ningún sentimiento de
motivación ni afecto.
Ahí tienen pues los resultados de ese “cambio “, que ofreció Gustavo Petro.
Todo va mal, o muy mal, como la seguridad y la paz.
Todo el país enredado, asustado, paralizado y en crisis.
Petro le ha trasmitido esas cosas no solo a su incompetente e inestable
gabinete, sino a todo el país.
Una verdadera torre de Babel.
Un régimen para olvidar.
Pero el, se quiere quedar, con la voluntad de las minorías.
¡Vaya estilo!
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