CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI
Por: Gongpa
Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica
El Poder y la Virtud:
Un Llamado a Líderes desde la Perspectiva Budhista
La historia nos ha demostrado
repetidamente cómo el poder puede corromper. De ahí el dicho el poder obnubila.
Desde los antiguos imperios hasta las modernas democracias, la tentación de
abusar del poder ha sido una constante en la condición humana. Sin embargo, el
budhismo, una filosofía milenaria que ha inspirado a millones, ofrece una
perspectiva diferente sobre el liderazgo y el poder.
El budhismo enseña que el verdadero
poder no reside en la fuerza, la riqueza o la posición social, sino en la
virtud. La humildad, la no violencia, la compasión y la honestidad son
cualidades esenciales que deben cultivar los líderes, ya sean de naciones,
organizaciones o comunidades.
¿Por qué la virtud es esencial para el liderazgo?
• Humildad: Un líder humilde reconoce sus limitaciones y está dispuesto a
aprender de los demás. La humildad fomenta la colaboración y evita la
arrogancia, creando un ambiente más sano y productivo.
• No violencia: La violencia, en todas sus formas, es destructiva. Un líder
comprometido con la no violencia busca resolver los conflictos de manera
pacífica y constructiva.
• Compasión: La compasión es la capacidad de comprender y compartir el
sufrimiento de los demás. Un líder compasivo se preocupa por el bienestar de
todos y toma decisiones que benefician a la comunidad en su conjunto.
• Honestidad: La honestidad es la base de la confianza. Un líder honesto inspira
confianza en los demás y crea un ambiente de transparencia.
El budhismo en la práctica del liderazgo
El budhismo ofrece una serie de prácticas y enseñanzas que pueden ayudar a los
líderes a cultivar estas virtudes. La meditación, por ejemplo, puede ayudar a
desarrollar la atención plena y la conciencia de sí mismo, lo que a su vez
fomenta la humildad y la compasión. El estudio de los textos budhistas puede
proporcionar una guía ética y moral para tomar decisiones difíciles.
Un llamado a la acción
En un mundo cada vez más polarizado y desafiante, necesitamos líderes que se
inspiren en los principios budhistas. Líderes que pongan el bienestar de los
demás por encima de sus propios intereses, que resuelvan los conflictos de
manera pacífica y que gobiernen con sabiduría y compasión. Al cultivar las
virtudes de la humildad, la no violencia, la compasión y la honestidad, los
líderes pueden crear un mundo más justo, equitativo y sostenible para todos.
Preguntas para la reflexión:
• ¿Cómo podemos fomentar el desarrollo de líderes virtuosos en nuestras
comunidades?
• ¿Qué obstáculos impiden que los líderes políticos y empresariales cultiven
estas virtudes?
• ¿Cómo podemos aplicar los principios budhistas a los desafíos que enfrentamos
hoy en día?
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Este artículo invita
a una reflexión profunda sobre el papel del liderazgo en la sociedad. Al
comprender la importancia de las virtudes budhistas, podemos trabajar juntos
para construir un futuro más brillante para todos.
Si tienes alguna inquietud o comentario, no dudes en ponerte en contacto conmigo
al correo electrónico gongparabsel@gmail.com o al WhatsApp +57 314 623 83 08.
GUSTAVO OROZCO EL GRAN PLANEADOR DE PEREIRA, ¡QEPD!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Esta columna nunca
se ha dedicado a personas naturales.
Pero con Gustavo Orozco Restrepo, es imperativo para mí hacer una excepción.
Se fue a descansar hoy 3 de septiembre a sus 82 años, Gustavo Orozco Restrepo,
líder político y Alcalde de Pereira en dos ocasiones.
Tengo un gran dolor en mi corazón porque el gran “Horóscopo”, como le decíamos
los amigos no fue cualquier persona.
Fue el ideólogo, el cerebro de la gran revolución política y generacional en
Pereira.
Por esos tiempos, de los años 1970, Pereira, era una ciudad pequeña, tranquila,
dirigida por unos prohombres viejos y sin preparación académica, pero llenos de
civismo y amor por la ciudad.
Dirigidos por gamonales intocables.
Gustavo Orozco, en su mente calculadora y audaz, decidió que la ciudad debería
cambiar de manos.
Y armó un poderoso equipo de jóvenes reformistas como César Gaviria, Oscar Vélez
Marulanda, Jorge Vélez Gutiérrez, Alfonso Gutiérrez Millán, Iván Marulanda
Gómez, Hernando Uribe Ángel Ángel y muchos otros más que no recuerdo, un
ejército que debería enfrentar al camilismo, que era el partido liberal,
dirigido por el gran jefe Camilo Mejía Duque.
Un partido indestructible en las urnas que llevaba muchos años, manejando a
Pereira.
Un grupo de viejos, honorables, trabajadores y cívicos, pero sin preparación
académica.
Esa batalla la lideraron Gustavo Orozco, César Gaviria y Oscar Vélez, y fue una
gesta muy dura que terminó en “¡la batalla de las macanas en el Barrio Cuba!”
Una batalla campal entre camilistas y reformistas por el poder, que se dio a los
garrotazos en el famoso Barrio Cuba, donde hubo centenares de heridos.
Ganaron los reformistas, ganó la juventud, ganaron Gustavo Orozco. César Gaviria
y Oscar Vélez, y enterraron definitivamente al gran Camilo Mejía Duque y a su
poderoso grupo político.
Gustavo Orozco después, tuvo el honor de ser Alcalde de su Pereira en dos
ocasiones.
Un gran pensador, un gran planeador, y el hombre que contrató el primer plan de
desarrollo para Pereira con la firma Mendoza y Olarte.
Ha sido ese plan de desarrollo de Gustavo Orozco, la carta de navegación de
Pereira, hasta nuestros días.
Hoy se fue el gran Gustavo Orozco, la figura más destacada
de esta ciudad en otros tiempos.
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Pereira lo enterrará con honores.
¡Yo siempre lo llevaré en mi corazón!
Mi gran maestro de la política.
¡Descansa en paz querido Horóscopo!
QUIERO SER UN ANCIANO CHINO:
Por: Jose Gabriel Barrera Rojas
jgbrelimparcialpereira@gmail.com
En la cultura china, los ancianos son considerados tesoros
vivientes, portadores de sabiduría y experiencia acumuladas a lo largo de sus
vidas. A diferencia de Occidente, donde lamentablemente muchos ancianos son
abandonados en asilos, en China se les venera y cuida con el máximo respeto. La
virtud de la piedad filial (孝道) es un pilar fundamental en la cultura
tradicional china. Desde pequeños, los niños aprenden a través de cuentos y
enseñanzas clásicas, como el Clásico de la Piedad Filial (《孝经》), la importancia
de cuidar y honrar a los mayores. Incluso hoy en día, la imagen de una familia
unida rodeando a los ancianos es un motivo común en anuncios y publicidad.
Sin embargo, cuando observamos la realidad en lugares como
Colombia, y más específicamente en Pereira, nos asombra la falta de coherencia
en el trato hacia los ancianos. Conversando con mi amigo y maestro Om Ram,
sentimos una cierta vergüenza ajena al ver cómo algunos tratan a los mayores en
nuestra sociedad.
Por ejemplo, en Pereira, es común ver una pareja de adultos mayores pidiendo o
vendiendo dulces en la calle, como la pareja que se ubica al lado del
autoservicio Bolívar. Cada día más, vemos cómo en esta ciudad, que en otro
tiempo era cívica por excelencia, la indiferencia y la falta de humanismo van en
aumento. La sabiduría de aquellos maestros es ignorada de manera total. Los
ancianos, en lugar de ser respetados, muchas veces se ven obligados a viajar de
pie en los buses públicos, como los articulados de Pereira.
Aunque el gobierno devuelve una pequeña cantidad de dinero a mayores de 80 años,
esto es insuficiente para mantener dignamente a una población que, aunque no es
especialmente longeva, enfrenta graves necesidades. Muchos ancianos se ven
obligados a mendigar por las calles de esta ciudad capital de Risaralda.
¿Qué está pasando con nuestra sociedad? Una sociedad que ya no se
destaca por el respeto, el humanismo y la calidad humana. Estos valores se miden
cuando sabemos dónde terminan nuestros derechos y comienzan los del otro. Por
esta razón, y por muchas más, quiero ser un anciano chino. Quiero vivir en una
sociedad que valore y respete a sus mayores, que los cuide como los tesoros que
son, y que enseñe a sus jóvenes la importancia de la piedad filial y el respeto
intergeneracional.
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