INCREÍBLE: ¡UN
PRESIDENTE LEGÍTIMO EN EL EXILIO!
Por: Álvaro Ramírez González
alragonz@yahoo.es
Esta es la aberración política más grande que el mundo haya visto, en pleno
siglo XXI.
Un presidente legítimo exiliado en otro país, y el presidente ladrón atornillado
en su puesto, intentado comprar legitimidad.
Edmundo González Urrutia, presidente electo de Venezuela con más de 8 millones
de votos y con una diferencia de más de 3.5 millones sobre Nicolás Maduro, debió
abandonar el país para instalarse en España.
Las actas que prueban el contundente triunfo de González, las conoce hoy todo el
mundo.
Y hay más de 150 países, que no reconocen a Maduro como presidente de Venezuela,
producto de un monumental y descarado fraude.
Aun así, Maduro sostenido por un militar corrupto y millonario como Vladimir
Padrino, se autoproclamó ganador de las elecciones y se atornilló al poder.
“¡Ganaré por las buenas, y si no por las malas, así me toque convertirme en un
dictador!”, había anunciado Maduro poco antes de las elecciones.
Pues eso fue lo que hizo.
¡Se robó descaradamente las elecciones!
¡En pleno siglo XXI!
Desconoció una mayoría de más de 3.5 millones de votos del verdadero ganador,
Edmundo González Urrutia, hoy exiliado por las circunstancias en España.
Maduro desató para intentar mantenerse, la más brutal ola de violencia militar
contra los líderes contradictores, de los cuales tiene hoy a más de 200,
encarcelados y desaparecidos, y casi medio centenar de muertos.
La consigna es aplacar y aplastar la rebelión popular con la brutalidad de las
FFAA.
Todo ha sido una burla desde el principio.
Maduro rechazó muy buena parte de la veeduría externa a las elecciones.
Le negó el ingreso a Venezuela, a
muchos personajes importantes
de la política latinoamericana,
designados por Organizaciones internacionales para vigilar las elecciones.
Pero María Corina Machado estaba preparada para ese fraude.
Y le salió adelante a Maduro, con la presentación a todos los medios del mundo
de las actas oficiales que le daban esa descomunal ventaja a Edmundo González.
Aun así, en pocas horas y en una ceremonia apurada, que parecía una función de
circo, el Comité Electoral, declaró ganador a Maduro y le entregó la credencial.
Como si eso le diera legitimidad a ese descomunal atraco.
Lo que sigue es una lucha que tiene como fecha de referencia el 10 de enero del
2025, cuando toma posesión el nuevo presidente venezolano.
¿Y dónde están la OEA y la ONU?
¿No está en la misión de la ONU, el hacer respetar la democracia en el mundo?
¿Por qué no actúa?
El señor Guterres, director de la ONU, no ha hecho más que invitaciones a la
cordura y comunicados pendejos que no atemorizan a nadie y menos a Maduro.
¿Quién entonces cuida la democracia en el planeta?
¿Para qué hacer elecciones en
adelante, si
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cualquier gorila, con las armas de la
fuerza pública, desconoce sus resultados?
Si lo de Maduro se queda así, y no asume Edmundo González, se acabó la
democracia en el mundo.
Petro perfectamente puede hacer lo mismo.
Negar el triunfo ajeno, aún con varios millones de ventaja, y proclamarse de
nuevo presidente.
Y atropellar con la fuerza pública a los opositores.
¡O con la primera línea y varios grupos terroristas!
¡Esa es la receta!
Tomarse un país es solo cuestión de unos militares amigos y un ejército a su
servicio.
Las elecciones sobran.
Entonces volveremos a la época de bárbaras naciones, donde los países y los
reinos se ganaban con ejércitos, violencia y mucha sangre.
¿Ese será el camino de Colombia?
¿Si a Maduro le funcionó la receta, por qué a Petro no?
¡Tema de reflexión!
Sobremesa 1
Edmundo González debió salir a buscar refugio a España que anunció que le va a
dar el asilo político, por que la Fiscalía de Maduro le fabricó un proceso penal
para poder capturarlo, enjuiciarlo, y encarcelarlo.
Sobremesa 2
Así trabaja la izquierda.
No entrega el poder.
Ortega el presidente de Nicaragua salió reelecto por que 6 de sus 7 opositores
tuvieron que abandonar el país.
Y el séptimo fue encarcelado.
¡Esa es la democracia que ejerce la izquierda!
DE AQUÍ Y DE ALLÁ
Por: Otoniel Parra Arias
LA MALA DECISIÓN DE EDMUNDO
GONZÁLEZ
Para quienes hemos seguido durante tantos meses el
viacrucis encriptado en los intentos
por sacar al sátrapa Nicolás Maduro mediante mecanismos honestos
democráticos ha sido todo un baldado de agua fría la noticia que registra el
viaje aparentemente voluntario a España del presidente recién elegido por los
venezolanos, Edmundo González, quien mantenía en la clandestinidad en peligro de
ser detenido por los esbirros del régimen.
Es muy difícil ponerse en los zapatos de los perseguidos por la policía política
de esta clase de gobiernos y por lo tanto irresponsable juzgarlo así de rápido
respecto a porqué el candidato aceptó negociaciones leoninas que lo deportaban a
la península ibérica junto a varios miles de compatriotas.
Pero lo cierto del caso es que de nuevo los
ciudadanos volvieron a caer en la trampa de las ilusiones aireadas a los cuatro
vientos en plazas públicas por una oposición que como en otras oportunidades
lanzaba vítores de triunfo aupados por voceros muy autorizados de otros países y
gobiernos.
Resultó también que de nuevo el régimen madurista utilizó sistemas sibilinos que
a la larga quebraron las buenas intenciones de dirigentes como María Paulina
Machado y otros seguidores que en primera instancia creyeron que al conocerse la
verdad sobre las votaciones respaldadas por documentos,
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el dictador tendría un mínimo de
vergüenza para aceptar que había perdido en buena lid ante la voluntad férrea
del martirizado pueblo.
Pero no fue así y la historia revela como un
dictador cuando se aferra al poder es como las garrapatas cuando evitan ser
expulsadas de un semoviente a pesar de los tratamientos sanitarios que se les
apliquen.
Así convencido de su éxito, este cónclave nefasto que lleva varios años
apoderado de esa república utilizó hasta las más sofisticadas técnicas de
persuasión e intensificación de sus sistemas de control, prisión y otros métodos
violatorios de la idoneidad ciudadana, para ir ablandando a los líderes de la
oposición y llegar a lo que hemos conocido hace pocas horas, que el señor
González aceptara voluntariamente escoger a España como su nuevo país ante la
persecución y el acoso en varias delegaciones diplomáticas que hasta la fecha lo
habían protegido en tierras venezolanas.
Ya el fiscal madurista daba el parte de victoria en
entrevista para la radio colombiana, en medio de retruécanos burlescos que
trataban al virtual presidente de Venezuela recién elegido como un individuo
opaco y cobarde, refrendada esta actitud con el compadrazgo del expresidente
español Rodríguez Zapatero al servicio del régimen desde tiempos de Chávez,
quien medió para esta decisión.
No sabemos porqué don Edmundo aceptó tan fácilmente este convenio que lo saca
del juego en su país y lo limita a movilizarse solo con declaraciones a
distancia sin el mismo poder que estaba incomodando y acorralando a Maduro y sus
esbirros, pero debe haber sido algo muy grave, quizá el peligro inminente de
perder su propia vida, vaya usted a saberlo, como para aguantarse este sacada de
la competencia en la que había ganado con el respaldo de un pueblo igual de
esperanzado en su liderazgo.
La pregunta es. ¿Qué hará ahora María Corina Machado cuando la cabeza de este
proceso de salvación toma las de Villadiego y la deja solitaria ante el
monstruo?
Ojalá resulte verdad la afirmación según la cual en enero próximo, Edmundo
González regresará a Caracas para tomar posesión del cargo que ganó en buena
lid. Y ojalá no lo dejen solo en ese exilio copiado al de otras figuras muy
importantes astutamente debilitadas por el satánico régimen que sabe mucho de
esperar el cansancio y el temor del enemigo.
ESTÁ BIEN Y ESTÁ MAL, SEÑOR ALCALDE
Po: Jose
Gabriel Barrera Rojas
Por fin, desde la administración se
ha notado el valor de los monumentos y las obras de arte en Pereira como parte
del patrimonio cultural. Es un logro importante reconocer que este patrimonio
debe ser cuidado y valorado, y que los murales no solo embellecen la ciudad,
sino que también representan el dinamismo de una urbe en constante crecimiento.
Pereira, que hasta hace poco fue reconocida por su civismo, merece estas
iniciativas que ayudan a preservar su historia y cultura. Este esfuerzo es, sin
duda, digno de elogios.
Sin embargo, es necesario señalar lo que está mal en este proceso. Se ha
anunciado la convocatoria a artistas y ciudadanos para embellecer las comunas
con murales, lo cual es una idea fantástica en su esencia. Pero surge la
pregunta: de los 20 millones que se destinan a materiales, ¿qué queda para los
artistas? Los artistas no viven del aire y, como cualquier otro profesional,
tienen familias que mantener. Es fundamental recordar que los artistas, al igual
que los teatreros, payasos, escritores, cantantes, y otros representantes de la
cultura, son patrimonio de la nación. Ellos también merecen ser protegidos,
valorados, y, sobre todo, recibir una compensación justa por su trabajo.
Si queremos que el arte florezca en nuestra ciudad y que los artistas sigan
enriqueciendo nuestra cultura, debemos garantizarles condiciones dignas.
Respetar al artista y tratarlo no como un mendigo, sino como lo que es: un
valuarte cultural para la ciudad, la nación y el mundo.
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