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"Sanar para Proteger:
Cómo Afrontar la Separación y Priorizar el Bienestar de los Hijos"
Por: Oscar Suarez
Pautas
para padres separados
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situación que tengan, no lo
usen como mensajero ni espía de cómo vive cada padre. Si hacen esto lo estarán
involucrando en la relación o el conflicto emocional que todavía guarda con tu
ex pareja que es el padre o madre de tu hijo.
No pongan a su hijo de confidente de sus problemas o angustias emocionales, no
lloren delante de él o ella, porque esto lo sobrecargara de emociones que
exceden su capacidad de comprensión y de una manera soslayada lo estarán
involucrando en su conflicto de pareja, y en algunos casos el niño se sentirá
presionado a intervenir en la relación fallida.
No le cuenten por lo mismo al
niño lo malo que pudo ser tu ex pareja, no lo llenen de resentimientos. No saben
la lucha que tiene que hacer un adulto para liberarse de estos sentimientos que
muchas veces llevan a las adicciones y otros problemas psicológicos.
Entiendan los padres que todo lo que hagan para perjudicarse mutuamente, de
manera directa o indirecta terminará perjudicando al niño.
No se critiquen ni se menosprecien delante del niño. Él necesita para su proceso
de formación la identificación con ambos progenitores y si esta imagen está
deteriorada pues ello afectará la imagen que de sí mismo construya el niño.
No peleen para ver quién se queda con la custodia del niño. No es un objeto,
además la nueva ley 1098 de 2006 plantea como derecho del niño ser cuidado y
custodiado por ambos padres. Ninguno de los padres es dueño de Él (artículo 23
ley 1098 de 2006).
El niño tiene derecho a recibir el aporte en la manutención del padre que no
tenga su custodia, por lo mismo el padre que la tenga no podrá renunciar a ello,
pues nadie renuncia a lo que no le pertenece (artículo 24 ley 1098 de 2006).
No pongan al niño o niña en la tarea torturadora de decidir con quién se queda
pues los quiere a ambos y si escoge a alguno sentirá que estará traicionando al
otro. No hagan más doloroso el trauma de la separación que ya de por sí es muy
duro para él o ella.
Díganle al niño que la decisión de separarse fue de ambos y explíquele que los
adultos tienen conflictos y que no ha sido culpa suya ni que la separación fue
por él o ella. El niño interioriza esta culpa para él como un mecanismo
defensivo de mantener intacta la imagen de sus figuras parentales.
Cuando el niño llega furioso de la casa del otro padre, muchas veces viene
triste, melancólico y algunas veces furioso, no es porque en la otra casa su ex
pareja lo envenenó contra usted. Entiendan que el niño(a) está triste de ver
como su hogar se desbarató y no le resulta fácil comprender ver objetos
personales suyos que antes estaban en un mismo lugar, por todos lados.
No incumplan las citas para salir o visitar a su hijos, esto causa mucho dolor.
No conviertan las visitas al niño en la oportunidad de controlar la vida de su
ex pareja, cuando esto sucede es necesario pedir la regulación de visitas ante
un centro zonal de ICBF. Tampoco el padre que tenga la custodia use al niño como
objeto para castigar o manipular a su ex pareja impidiendo las visitas.
Entiendan las madres que aunque hayan llevado a su niño(a) en el vientre, no les
pertenece y tiene derecho a disfrutar de la compañía y el afecto de su
padre/madre y el Estado tiene el deber de garantizárselo aunque tenga que usar
la fuerza.
Denle la libertad al niño para que pueda decidir querer a la nueva pareja de su
ex compañero(a), el no hacerlo generará conflictos y perturbará la vida del niño
en sus nuevas condiciones.
Acepten que lo mejor que pueden hacer por su hijo(a) ahora que se separaron, es
respetarse y comunicarse pues deben aprender a construir la nueva relación de
padres separados.
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El texto describe
el proceso emocional y psicológico que acompaña el fin de una
relación sentimental, destacando la importancia de aceptar la
separación y manejar el dolor de manera saludable. Se ofrecen
recomendaciones para proteger a los hijos del conflicto entre los
padres y se subraya la importancia de establecer una nueva relación
como padres separados, respetando límites y priorizando el bienestar
del niño. Además, se proporcionan recursos legales y de apoyo en
Colombia para casos de violencia intrafamiliar.
Terminar una relación sentimental es un proceso doloroso para los
miembros de una pareja, tanto para el que decide irse como para el
que se queda. Es cerrar un ciclo y re acomodarse frente a la nueva
situación. No es fácil aceptar que una relación se termine pues
existe la tendencia al apego. Dependiendo de la estructura
psicológica que se tenga, se puede experimentar un abandono, una
herida psicológica (trauma) o una gran decepción. Muy posiblemente
se atraviese por momentos de soledad, tristeza y depresión.
En algunos casos se percibe un daño psicológico o una tremenda
frustración al evidenciar que la otra persona no desea continuar con
la relación sentimental.
Aceptar que la otra persona no tiene ya los sentimientos de amor y
aprender a visualizarse solo en el caminar de la vida, puede
desencadenar un dolor emocional. Es un sentimiento importante, al
cual debe dársele el valor que merece.
Se vive un duelo, casi como experimentar la muerte de un ser
querido, y será necesario realizar una actividad terapéutica que
permita elaborar ese estado emocional. El no hacerlo como se debe
(buscando ayuda profesional) llevará a canalizar el dolor expresado
como enojo o resentimiento a través de otros medios patológicos,
como por ejemplo, utilizar, en algunos casos, a los niños para
"cobrar" o "vengarse" de los "daños", también buscar salidas tales
como el consumo de sustancias psicotrópicas o involucrarse
precipitadamente en relaciones afectivas, que conducirán a efectos
nocivos. Debe buscarse en lo posible ayuda profesional o en su
defecto, apoyo espiritual.
La persona queda en un estado vulnerable con sus emociones
alteradas, pues subjetivamente, en la mayoría de los casos, percibe
un daño y atraviesa por todas las etapas que ello conlleva:
Negación, rabia, negociación, depresión, aceptación y aprendizaje.
Cuando no se
elaboran, expresan y sanan las heridas emocionales que la persona
siente a consecuencia de la ruptura de la relación sentimental,
estas continuarán afectando el diario vivir y se transformaran en
resentimiento, rabia y celotipia que muchas veces en estados de
alicoramiento, conducen a conductas violentas.
Si se presentan conductas de agresión psicológica, verbal o física
sepan que en Colombia existen las Comisarías de Familia 24 horas, en
donde cualquier miembro que se sienta afectado podrá solicitar una
medida de protección. También podrá hacer uso de la línea 141 o la
de la Fiscalía General de la Nación 122 o se puede llamar al
018000908080. Para violencia contra la mujer la línea 155 en
Colombia.
Ha terminado la
relación sentimental. Hay que aceptar que todo tiene un final y nada
es para siempre. Que no es sano apegarse a nada ni a nadie. Que la
otra persona es un mundo diferente y puede cambiar así como sus
sentimientos y que al hacerlo no está
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atacando ni haciendo daño. Que
la percepción de ser agredido u ofendido es subjetiva, que está en la mente y no
en la realidad. Porque una cosa es la sensación de daño y otra es ser objeto de
un acto de agresión real. Cuando una persona decide no continuar una relación
está en todo su derecho y ello no es una agresión hacia la otra persona. Es
cierto que algunas personas experimentan dolor por ello, sin embargo ese dolor
que se siente es un asunto personal, que está conectado con las heridas sufridas
en la infancia casi siempre por haber sido abandonado por uno o ambos padres, y
del cual cada uno debe hacerse cargo y no culpar a la otra persona por ello cada
persona debe hacerse cargo de sus propios sentimientos y evitar hacerse la
víctima.
Que la relación de pareja terminó y que el compromiso con los hijos nunca lo
hará. Se iniciara la nueva relación de padres separados.
Esta relación de padres separados es nueva para toda persona y se requiere la
madurez y responsabilidad para mantenerla, siempre y cuando se cumplan los
elementos descritos a continuación.
No sean amigos. Ya la amistad
en ex parejas no es posible con toda la sinceridad que ello requeriría.
Evitar las ambigüedades en la nueva relación de padres separados, aunque es
difícil, será determinante para construir una nueva, visualizándose como lo que
son en la actualidad .Si están separados deben hacer cortes con la anterior
relación de pareja. Deben cortar con la familia de su ex compañero. Ya no son
sus suegros. Son los abuelos del niño o niña, y los tíos. Deben hacerse cortes
radicales, ello no significa enemistad. Se debe continuar el diálogo y la
relación solo en lo relativo a los niños.
Saquense de la seguridad social. Ya no son esposos. No vayan juntos a hacer
mercado. No vayan a cenar juntos.
No se hagan selfies los tres. Si no cortan con estas acciones la otra persona
podría ilusionarse, y no percibir el estado real de separación. Continuar con
estas acciones llevará a creer que todavía son pareja y cuando se haga una nueva
relación, se generarán conflictos que muchas veces terminaran en violencia, y
esto afectará al niño.
Es recomendable que el niño sea acompañado por un psicoterapeuta para que le
ayude a atravesar este hecho traumático y lo afecte lo menos posible.
No pretendan calmar el
sentimiento de culpa por la separación, dando regalos al niño.
No lleven al niño a espectáculos o lugares de recreación buscando que se
divierta y disipe de esta forma el dolor de la separación. Intenten dar amor con
expresiones de este, sinceras.
El niño lo que necesita es superar el miedo que siempre le invade a ser
abandonado, por lo tanto, por todos los medio háganle sentir al niño que aunque
estén separados nunca lo abandonaran.
Permitan con palabras y
actitudes que el niño se sienta autorizado para amar a ambos padres, que pueda
continuar su relación con cada uno sin que por ello ninguno de los dos se sienta
traicionado entendiendo que la relación que el hijo construye con cada padre es
diferente.
No pongan de testigo al niño en ninguna
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