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COLUMNISTA

 

Pereira, Colombia - Edición: 13.367-947

Fecha: Domingo 18-11-2024

 

CHARLAS CON UN MAESTRO SAMMASATI

 


Por: Gongpa Rabsel Rinpoché
Lama Sammasati para Latinoamérica


Verso 328 del Dhammapada
 

El Dhammapada es una de las obras más importantes y sagradas en la tradición budista. Es un libro de versos que contiene las enseñanzas y reflexiones del Buda sobre la vida y la condición humana. El Dhammapada es considerado una guía para vivir una vida virtuosa y alcanzar la paz interior y la iluminación. La palabra "Dhammapada" proviene de dos palabras en pali, "dhamma" que significa "enseñanza" y "pada" que significa "camino". Este libro es ampliamente estudiado y citado por budistas de todo el mundo como una fuente de sabiduría y guía en su camino espiritual.

El verso 328 del Dhammapada, que dice "Si en el viaje de la vida un hombre puede encontrar a un amigo inteligente y sabio que es bueno y se controla a sí mismo, que vaya con este viajero; y en el gozo y la concentración, que venzan los peligros de la ruta", se refiere a la importancia de tener un compañero sabio y virtuoso en nuestro camino hacia la iluminación. Buda enfatizó la importancia de tener a alguien que nos guíe y nos apoye en nuestro viaje espiritual, y que nos ayude a superar los desafíos y peligros que podemos encontrar en el camino.

Este verso es importante para nosotros porque nos recuerda la importancia de tener una comunidad y una red de apoyo en nuestro camino espiritual. Al tener amigos y compañeros que comparten nuestras metas y valores, podemos fortalecernos mutuamente y ayudarnos a avanzar en nuestro camino. Además, al estar rodeados de personas sabias y virtuosas, podemos aprender de ellas y tomar ejemplo de su conducta.

Para aplicar esta enseñanza en nuestra vida diaria, podemos buscar la compañía de amigos y compañeros que compartan nuestros valores y metas espirituales. También podemos participar en grupos y comunidades budistas o de meditación, donde podamos aprender de otros y recibir apoyo y orientación en nuestro camino. Además, podemos ser un buen amigo y compañero para los demás, y ofrecer apoyo y compañía a aquellos que lo necesiten.

En resumen, el verso 328 del Dhammapada 

 

 

 

nos recuerda la importancia de tener un amigo sabio y virtuoso en nuestro camino hacia la iluminación. Al tener una companyía de alguien que comparte nuestros valores y nos motiva a hacer lo correcto, podemos fortalecer nuestra determinación y mejorar nuestras acciones. Además, al tener un amigo que es un modelo a seguir, podemos aprender de su sabiduría y experimentar su alegría y concentración. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el verdadero amigo es aquel que no solo nos acompaña en los momentos buenos, sino también nos apoya y guía cuando enfrentamos dificultades.

Es importante tener en cuenta que encontrar un amigo sabio y virtuoso no es algo que suceda de la noche a la mañana. Requiere esfuerzo y paciencia, así como también ser una persona sabia y virtuosa nosotros mismos. Al cultivar nuestra propia sabiduría y virtud, podemos atraer a personas positivas y aprovechar al máximo la influencia positiva que tienen en nuestras 
vidas.
 

Además, podemos aplicar esta enseñanza en nuestra vida diaria al ser amigos sabios y virtuosos para los demás.

 

Al apoyar y motivar a los demás en su camino hacia la iluminación, podemos ayudarlos a superar los obstáculos y alcanzar la felicidad. Además, al ser un modelo a seguir, podemos inspirar a los demás a cultivar su propia sabiduría y virtud.

 

En conclusión, el verso 328 del Dhammapada nos ofrece una valiosa enseñanza sobre la importancia de tener amigos sabios y virtuosos en nuestro camino. Al tener una compañía positiva y aprovechar la influencia positiva de nuestros amigos, podemos fortalecer nuestra determinación y mejorar nuestras acciones. Además, al ser un amigo sabio y virtuoso para los demás, podemos ayudarles a alcanzar la felicidad y la iluminación.
 

Aunque se van en el corazón siempre se quedarán

 

 

Por: Guillermo Navarrete Hernandez

 
“Caminante son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar”.

 

Este fragmento de la canción del gran poeta 

 

 

 

y cantautor Joan Manual Serrat, trae a recordación que el poblamiento del planeta y la formación de naciones deviene precisamente de la migración en búsqueda de oportunidades o de la natural actitud de conquista propia del ser humano. Pero también, la metáfora de avanzar con la mirada puesta en los objetivos que por la gracia de los sueños se urden en la mente.

 

Las personas de nuestra generación -la de la guayaba, según Andrés López-, se crio en un ambiente de variadas restricciones debido, entre otras cosas, a que la tecnología no había surtido los avances vertiginosos de hoy, los cuales cambian las dinámicas sociales, culturales y económicas de los individuos con la sociedad global. En aquel contexto, tomar un avión con destino a un país diferente al originario era una especie de misterio inalcanzable para muchos y digno de admiración hacia quienes osaban dar el paso. En el consciente aún se alojan las remembranzas de personas cercanas que para mejorar su condición de vida abordaron por medio de una vinculación laboral en una empresa naviera, barcos de carga o de turismo. De hecho, para varios de ellos fue un instrumento de financiación para sus carreras profesionales o de obtener un incremento en el patrimonio.

La migración interna también es una práctica común. Por ejemplo, los procesos de colonización por parte de familias antioqueñas, boyacenses y cundinamarqueses en las postrimerías del siglo XIX y comienzos de la centuria de los XX, dieron lugar a la extensión de cultivos como el café, la papa, la yuca y frutales, así como de la actividad ganadera y el desarrollo vial, pero también de violencia, lamentablemente.


Ahora la movilidad, incluso con fines turísticos es mucho más dinámica y eficiente. La tecnología, la competencia entre las empresas de transporte en sus diversas modalidades y la flexibilización de medidas para el tránsito de extranjeros por parte de los diferentes países, contribuyen en dicho proceso.


En uno u otro caso, la partida de seres queridos, se traduce en tristeza y lágrimas porque y aunque se vayan en el corazón siempre se quedarán. No obstante, y a diferencia con el viaje definitivo al que inexorablemente todos debemos acudir, el sentimiento que se quedó en la caja de Pandora, considera algún día en la cercanía física volverlos a tener, a la vez que deseos de buenos vientos y buena mar en los nuevos horizontes que determinaron realizar. Mientras, la video llamada, las fotos y los continuos mensajes que los medios electrónicos dan la oportunidad, son el aliciente que de forma permanente podemos de ellos saber.


Nota: es importante no olvidar a las personas que por sus condiciones de pobreza se convierten en víctimas de los denominados coyotes, al terminar abandonados a su suerte en los desiertos, murallas, ríos y alambradas de los sitios de frontera entre países.

 

 

 

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