Washington y Moscú retoman el diálogo
diplomático en Estambul, sin tocar el conflicto en Ucrania

En un intento por descongelar uno de los frentes más fríos de la
diplomacia mundial, delegaciones de Estados Unidos y Rusia se
reunieron el jueves en Estambul para avanzar en la normalización del
trabajo de sus respectivas embajadas. La cita, aunque limitada en
alcance, fue calificada como "constructiva" por parte de Washington.
El diálogo, encabezado por Sonata Coulter desde el lado
estadounidense y Alexander Darchiev desde el ruso, no abordó temas
políticos ni de seguridad. Mucho menos, el conflicto en Ucrania. Así
lo dejó claro la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce,
quien insistió en que cualquier conversación de fondo solo será
posible cuando “se restablezca la paz” entre Moscú y Kiev.
La reunión giró en torno a problemas operativos de las misiones
diplomáticas: movilidad de funcionarios, restricciones financieras,
emisión de visados y la posible reanudación de vuelos directos. Para
Moscú, la situación ha sido especialmente difícil desde el inicio de
la guerra, con pagos bloqueados, propiedades confiscadas y
movimientos limitados. Washington, por su parte, volvió a criticar
la imposibilidad de contratar personal local para su embajada en
Rusia, lo que ha complicado su funcionamiento.
La conversación en Estambul no es un hecho aislado. En febrero,
ambas partes ya habían acordado restaurar ciertos servicios
bancarios. Sin embargo, según Darchiev, aún hay “obstáculos”
importantes por resolver, aunque reconoció que se han logrado
“avances notables”.
Curiosamente, horas antes de la cita en Turquía, ambos gobiernos
llevaron a cabo un intercambio de prisioneros en Emiratos Árabes
Unidos. Ksenia Karelina, ciudadana ruso-estadounidense condenada en
Rusia por traición, fue liberada a cambio de Arthur Petrov, acusado
en EE.UU. por contrabando de tecnología sensible.
Aunque los encuentros recientes muestran una voluntad de diálogo, el
camino hacia una normalización plena sigue empedrado por la
desconfianza. La paz entre Rusia y Ucrania, aún sin acuerdo de alto
el fuego formal, continúa siendo la gran ausente en la mesa. Y
mientras eso no cambie, el deshielo diplomático será, como mucho,
parcial.
Trump congela aranceles por 90 días y
sacude los mercados globales: Alivio parcial en medio de la
incertidumbre

Los mercados financieros vivieron una jornada de montaña rusa tras
el inesperado anuncio del expresidente Donald Trump de suspender por
90 días la mayoría de los aranceles “recíprocos”. La noticia trajo
un respiro inmediato a Wall Street, pero
también desató una serie de interrogantes sobre la dirección de la
política comercial estadounidense, especialmente frente a China, que
continúa siendo el blanco principal de los aumentos arancelarios.
El Dow Jones, que había repuntado con fuerza el miércoles, cayó más
de 2.000 puntos el jueves. El S&P 500 se desplomó casi un 6 %, y el
Nasdaq, especialmente sensible a las tensiones internacionales, cayó
un alarmante 6,9 %. La euforia inicial se desvaneció cuando la Casa
Blanca aclaró que China quedaba excluida del alivio arancelario. De
hecho, las tarifas para el gigante asiático se elevaron al 145 %, lo
que reavivó los temores de una guerra comercial prolongada.
La reacción en los mercados internacionales no se hizo esperar. Las
bolsas europeas y asiáticas se movieron al ritmo de Wall Street, y
el dólar estadounidense cayó un 2 % frente a
otras monedas importantes, alcanzando su punto más bajo en meses. El
índice de volatilidad VIX, conocido como el
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“indicador del miedo” de Wall Street, se disparó.
En medio del caos bursátil, Trump defendió su decisión. En una reunión de
gabinete, aseguró que “si bien habrá problemas de transición, al final será algo
maravilloso”. Insistió en que la medida busca presionar a otros países para que
negocien de manera más justa con Estados Unidos. Pero su declaración también
reveló un cambio de tono. Detrás del repentino giro habría estado la creciente
preocupación por el mercado de bonos del Tesoro, que mostró señales de alarma
similares a las vistas durante la pandemia en 2020.
Trump justificó su enfoque como parte de una estrategia para “reorganizar la
mesa” de negociaciones globales. Reiteró que la Unión Europea sería tratada como
un bloque —“han sido muy duros”, dijo—, y afirmó que su postura firme hacia
China habría disuadido a Bruselas de aplicar represalias.
No obstante, su optimismo contrastó con las voces de alarma. Caleb Ragland,
agricultor de Kentucky y líder de la Asociación Estadounidense de la Soja, fue
tajante: “Nuestros medios de vida están en juego”. La soja fue el principal
producto de exportación estadounidense hacia China en 2024, y las nuevas
tensiones comerciales podrían dejar fuera del juego a miles de productores. “A
este ritmo, tendremos pérdidas el próximo año si los precios no mejoran”,
advirtió Ragland.
El impacto va más allá del sector agrícola. Un estudio del Budget Lab de la
Universidad de Yale calculó que los aranceles actuales podrían costarle al hogar
promedio de clase media más de 3.400 dólares al año. Las familias de bajos
ingresos serían las más afectadas, ya que destinan una mayor proporción de sus
ingresos a productos importados.
El análisis también prevé un efecto negativo en la economía nacional: una caída
del 1 % en el PIB y la pérdida de cerca de 685.000 empleos. La tasa arancelaria
efectiva promedio se ubica ahora en 25,3 %, la más alta desde 1909.
Frente al inminente riesgo de recesión, los economistas piden cautela. Keith
Lerner, estratega de Truist Advisory Services, señaló que “el camino a seguir
será accidentado” y descartó un retorno rápido al crecimiento sostenido. La
guerra comercial, lejos de menguar, parece entrar en una nueva etapa de tensión
prolongada y consecuencias impredecibles.
La jugada de Trump, en teoría destinada a reequilibrar el comercio
internacional, ha dejado a los mercados en vilo y a millones de estadounidenses
haciendo cuentas. Aunque el presidente insiste en que habrá “algo muy
beneficioso para ambos países”, por ahora la
factura económica ya empieza a
llegar.
Por elección presidencial, Ecuador cierra
fronteras terrestres

Ecuador restringió el viernes el ingreso de extranjeros a través de sus
fronteras terrestres con Colombia y Perú para precautelar la seguridad con
ocasión del balotaje presidencial del domingo, en el que el mandatario Daniel
Noboa buscará la reelección.
La medida se extenderá hasta la medianoche del lunes (05H00 GMT del martes),
según un decreto presidencial. Durante la primera vuelta electoral, el Ejecutivo
ordenó cerrar su zona limítrofe por
"intentos de desestabilización" en medio de la violencia narco
que azota al país.
El decreto señala que "se han identificado actividades ilícitas y una ola de
violencia en diversos sectores" en regiones limítrofes con Colombia y Perú, los
mayores productores mundiales de cocaína.
La secretaría de Comunicación anotó en un comunicado que es "vital asegurar" que
"cualquier acción coercitiva" impida la normal celebración del balotaje
presidencial entre Noboa y la izquierdista Luisa González.
Tras la primera vuelta, el mandatario denunció que electores recibieron amenazas
para votar por González aunque sin presentar pruebas. De su lado, los
observadores internacionales señalaron que no identificaron irregularidades.
Las elecciones ecuatorianas se dan en un ambiente marcado por la violencia. El
país registró un asesinato cada hora entre enero y febrero, el inicio de año más
sangriento desde que se tiene reportes, según cifras del ministerio del
Interior.
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Noboa declaró en 2024 a su país en conflicto armado interno, lo que le permite
desplegar a militares en operativos en las calles y cárceles para combatir a una
veintena de bandas a las que tilda de "terroristas".
Aunque la tasa de homicidios bajó de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 38
en 2024, Ecuador tuvo el índice de muertes violentas más alto de América Latina
el último año, según el grupo especializado Insight Crime.
Ejército israelí controla vastas zonas de Gaza y
amplía operaciones a Cisjordania

En su ofensiva para cercar a los integrantes del movimiento islamista palestino,
Hamás, para forzar la libración de los rehenes, el ejército israelí se está
apoderando de "vastos sectores" de la Franja de Gaza integrándolos a zonas de
seguridad vacías de sus habitantes, informó el ministro israelí de Defensa,
Israel Katz.
"Vastos sectores son tomados e integrados a las zonas de seguridad israelíes,
reduciendo a Gaza y aislándola aún más", afirmó Katz durante una visita al eje
de Morag, recientemente creada por Israel para separar a las ciudades de Jan
Yunis y Rafah, en el sur del territorio.
El corredor Morag se extiende 15 kilómetros desde Sufa hasta la costa de Gaza,
en paralelo al corredor Filadelfia —frontera divisoria entre el sur de Gaza y
Egipto—. Esta zona permitiría al Ejército israelí controlar Rafá, alrededor del
20 por ciento del enclave, según ha recogido el diario The Times of Israel.
Israel Katz también afirmó que la población de Gaza "evacuaba ya las zonas de
combate" y lanzó un llamado a los habitantes locales para que derroquen a Hamás
y entreguen a los rehenes.
"Es el único medio para poner fin a la guerra", declaró el ministro y amenazó
con realizar "combates aún más intensos en toda la Franja de Gaza mientras los
rehenes no sean liberados y Hamás no sea vencido".
El ministro de Defensa también indicó que Israel trabaja en la aplicación de un
plan del presidente estadounidense Donald Trump sobre "la emigración voluntaria"
de los habitantes de Gaza.
De otra parte, Katz amenazó a Hamás con incrementar los ataques si no libera a
los rehenes que tiene en su poder.
"Las Fuerzas de Defensa de Israel siguen eliminando terroristas y desmembrando
la Franja de Gaza", ha dicho, agregando que "muchas áreas han sido anexadas a
las zonas de amortiguación del Estado de Israel, lo que deja a Gaza más pequeña
y aislada".
Se informó, así mismo, que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han puesto en
marcha una amplia operación militar en la ciudad de Nablús, en el centro de
Cisjordania, en el marco de su operativo antiterrorista iniciado el pasado enero
bajo el nombre de 'Muro de Hierro'.
Durante las últimas horas del martes las fuerzas militares israelíes detuvieron
a dos presuntos terroristas y confiscaron varias armas y municiones. En
concreto, uno de los detenidos sería Mahmud Bana, integrante del grupo armado La
Guardia del León y portaba un arma en el momento del arresto.
Bana es acusado de participar en intentos de atentados con armas y artefactos
explosivos contra las fuerzas de seguridad de Israel en Cisjordania. Durante su
detención intentó escapar, por lo que recibió un disparo en la pierna, según
informaciones recogidas por The Times of Israel.
Hamás ha salido al paso de esta extensión de las operaciones antiterroristas
israelíes hacia la ciudad de Nablús y ha denunciado en un comunicado que esto
"representa una nueva escalada en la agresión en curso" contra la población
palestina.
Según el grupo islamista, las operaciones israelíes se han centrado por el
momento en el campamento de refugiados de Balata, a las afueras de la ciudad; y
ha mostrado su confianza en que el pueblo palestino "frustrará una vez más los
intentos del enemigo de atacar la incubadora popular de resistencia en
Cisjordania".
"Hacemos un llamamiento a nuestro pueblo en Cisjordania para que lance un amplio
levantamiento popular, se mantenga unido frente a la ocupación y fortalezca el
espíritu de solidaridad, apoyo y respaldo a las zonas sometidas a la agresión de
la ocupación", ha remachado Hamás, según recoge Filastín.
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