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luz solar.
El 28 de abril, Visser publicó una investigación en la revista
Ecology que demuestra que las lianas son visibles desde el espacio. En
colaboración con colegas estadounidenses y británicos, ha demostrado por qué.
Visser desarrolló modelos matemáticos que predicen cómo ocurren las
interacciones de la luz.
“Luego, utilizamos grúas para acceder a las copas de los árboles en Panamá y
medir las propiedades de las hojas. Nuestros hallazgos confirmaron la exactitud
de los modelos”.
Las hojas que hacen que las lianas sean ultraeficientes reflejan más luz y
radiación infrarroja que el follaje de los árboles. También son mucho más
planas.

“Las lianas son verdaderas egoístas”, explica Visser. Las hojas
de los árboles se inclinan, permitiendo que la luz llegue a las plantas vecinas;
pero las lianas prácticamente no dejan rastro para las demás.
Estas propiedades las hacen visibles en imágenes satelitales.
“Ahora que entendemos por qué las lianas son detectables desde el espacio,
podemos desarrollar técnicas específicas para mapear su propagación e impacto a
nivel mundial”.
¿Se puede hacer algo al respecto? ¿Deberíamos empezar a talarlas?
Definitivamente no, afirma Visser. “No deberíamos intervenir hasta que
comprendamos plenamente su función ecológica. Dan fruto todo el año y son
vitales para especies raras de monos y aves”.

La única acción necesaria, insiste, es detener el cambio climático, que también
ralentizará la expansión de las lianas. |
Una pandemia de lianas está arrasando los bosques
tropicales, reduciendo su capacidad de almacenar carbono y limitando
su papel en la mitigación del cambio climático.
Dos estudios recientes de la Universidad de Leiden destacan este
problema. “Ahora entendemos por qué las lianas son visibles en
imágenes satelitales”, afirman los investigadores.

Los bosques tropicales absorben anualmente aproximadamente la
cantidad de CO2 emitida por toda Europa. Además, albergan alrededor
de la mitad de la biodiversidad mundial. Sin embargo, su
contribución a la regulación del clima y la biodiversidad está
amenazada, no solo por la deforestación, sino también por un aumento
extraordinario de lianas.
El ecólogo Marco Visser, del Centro de Ciencias Ambientales (CML) de
Leiden, explica en un comunicado: “Las lianas pueden sofocar y matar
árboles. Cuando dominan, el bosque se asfixia y, principalmente, las
lianas continúan creciendo sobre los árboles caídos”.
Durante su investigación doctoral en 2016, Visser fue el primero en
modelar las lianas como si fueran enfermedades infecciosas. Las
lianas, como las pasionarias y muchas otras especies, interceptan
los recursos de los árboles y pueden más que duplicar su mortalidad.
En CML, Visser supervisa actualmente a la candidata a doctorado
Manuela Rueda-Trujillo, quien ha analizado cientos de
estudios sobre lianas. Su artículo, publicado el
verano pasado en Global Change Biology, revela que el aumento no se
limita a América del Sur y Latinoamérica, como se creía
anteriormente, sino que ocurre
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dondequiera que existan bosques tropicales.

“Una pandemia de lianas ha estado azotando a la región durante más de 30 años,
con un aumento de su prevalencia del 10% al 24% cada década”, afirma Visser.
Las lianas están expandiendo rápidamente su territorio, a veces suprimiendo por
completo el crecimiento de los árboles en ciertas zonas. En dichas zonas, la
regeneración forestal se detiene y el almacenamiento de carbono puede disminuir
hasta en un 95%.
“Eso es casi equivalente a la deforestación”, afirma Visser.
Él atribuye esto al aumento de los niveles atmosféricos de CO2. Todas las
plantas crecen más rápido con más CO2, pero las lianas se benefician aún más.
Hacen trampa: no invierten en soporte estructural, sino que lo
toman prestado de los árboles, y sus hojas requieren menos energía y nutrientes
para producirse.
Una liana puede trepar rápidamente al dosel, extender una cubierta frondosa
sobre las copas de los árboles y acaparar toda la
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