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Por su parte, "Petnal" presenta características igualmente
impresionantes. Los arqueólogos han documentado una pirámide monumental de 33
metros de altura que ha conservado murales del periodo preclásico en un estado
de preservación extraordinario. Estos murales ofrecen una ventana única hacia la
cosmovisión, las creencias religiosas y la vida cotidiana de los antiguos mayas,
proporcionando información invaluable sobre una época de la que se conoce
relativamente poco.
"Cambrayal", la tercera ciudad del triángulo, destaca por razones completamente
diferentes pero igualmente fascinantes. En este sitio, los investigadores han
documentado un avanzado sistema de canales y evidencia de ingeniería hidráulica
que demuestra un nivel de sofisticación técnica notable para su época. Este
descubrimiento sugiere que los antiguos mayas no solo fueron maestros de la
arquitectura monumental y la astronomía, sino también ingenieros hidráulicos
capaces de desarrollar complejos sistemas de gestión del agua.

Los hallazgos cobran una dimensión aún mayor cuando se consideran en el contexto
de otros descubrimientos recientes en la región. El mes pasado, en el famoso
sitio arqueológico de Tikal, también ubicado en Petén, se halló un altar de
origen teotihuacano que podría estar dedicado a la Diosa de la Tormenta o a la
enigmática Gran Diosa. Esta pieza, con su característico tocado de plumas
pintado, refuerza la evidencia de que las culturas maya y teotihuacana
mantuvieron vínculos comerciales, culturales y religiosos significativos, a
pesar de los más de 1,200 kilómetros que separaban sus respectivos territorios.
Según el Ministerio de Cultura guatemalteco, estos descubrimientos "nos obligan
a replantear cómo entendemos la organización ceremonial y sociopolítica del
Petén en la época prehispánica". Esta declaración no es una exageración. La
civilización maya se estableció en el norte de Guatemala desde aproximadamente
el 1,800 antes de Cristo, pero estos nuevos hallazgos sugieren que su desarrollo
fue mucho más temprano, organizado y sofisticado de lo que los académicos habían
asumido previamente.
El descubrimiento de este triángulo urbano maya representa mucho más que un
simple hallazgo arqueológico. Es una ventana hacia un pasado que continúa
revelando secretos y una civilización cuya complejidad y sofisticación siguen
sorprendiendo al mundo moderno.
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Descubren en Guatemala tres ciudades mayas de 2,800
años que revelan una civilización más avanzada de lo esperado
En lo profundo de las selvas de Petén, en el norte de Guatemala, un
equipo internacional de arqueólogos ha desenterrado uno de los
hallazgos más significativos de las últimas décadas: tres ciudades
mayas con más de 2,800 años de antigüedad que están obligando a los
expertos a reescribir la historia de esta fascinante civilización.
El descubrimiento, anunciado por el Ministerio de Cultura y Deportes
de Guatemala, forma parte de los avances del Proyecto Arqueológico
Regional Uaxactún, una ambiciosa iniciativa que reúne a
especialistas de diferentes nacionalidades bajo el respaldo de la
Universidad Comenius de Bratislava, Eslovaquia. Lo que inicialmente
parecía ser una expedición arqueológica de rutina se convirtió en un
hallazgo que promete cambiar nuestra comprensión sobre los orígenes
de la civilización maya.
Las tres ciudades, bautizadas como "Petnal", "Cambrayal" y "Los
Abuelos", se extienden a lo largo de 1,200 kilómetros cuadrados en
una región ubicada aproximadamente a 500 kilómetros al norte de
Ciudad de Guatemala, muy cerca de la frontera con México. Este
triángulo urbano hasta ahora desconocido representa un capítulo
completamente nuevo en la historia precolombina centroamericana.

Entre los tres asentamientos, "Los Abuelos"
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emerge como la joya de la corona
arqueológica. Situado a 21 kilómetros al noreste de Uaxactún, este sitio fue
documentado por primera vez en 2023 y ha sido descrito por los investigadores
como uno de los centros ceremoniales más antiguos e influyentes del periodo
Preclásico en toda la región. Las primeras dataciones sugieren que estuvo
habitado entre los años 800 y 500 antes de Cristo, una época en la que Europa
apenas comenzaba a despertar de la Edad del Hierro.
Lo que más sorprende a los arqueólogos es la sofisticada planificación urbana de
"Los Abuelos". El sitio presenta una arquitectura meticulosamente diseñada que
incluye pirámides radiales, conjuntos triádicos y monumentos esculpidos con una
iconografía distintiva que revela un nivel de organización social y religiosa
mucho más avanzado de lo que se creía posible para esa época. Estas estructuras
corresponden a los denominados grupos de tipo E, elementos arquitectónicos
fundamentales en el desarrollo temprano de la cultura maya.

Pero el verdadero tesoro de "Los Abuelos" son las esculturas antropomorfas que
le dieron nombre al sitio. Estas figuras, talladas entre los años 500 y 300
antes de Cristo, representan a una pareja ancestral y probablemente fueron
utilizadas en complejos rituales de veneración a los antepasados. La importancia
simbólica y espiritual de estas esculturas era tal que los investigadores
decidieron honrar su legado nombrando el sitio completo en su honor.
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