El Imparcial-Pagina 6

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			El Séquito Por: Victoria Zapata Se le atribuye a Aristóteles la frase “el hombre es un animal político”, queriendo decir con esto que los humanos tenemos una fuerte necesidad de “pertenecer a”, por ello siempre han existido los clanes, tribus, siendo primigenia la familia, que ha sido defendida hasta con la muerte cualquier ataque a la misma. En la sociedad moderna de hoy, el humano ha pasado a conformar nuevos grupos para pertenecer, pudiendo ser estos grupos religiosos y es así como encontramos cientos de iglesias adoradoras del mismo Cristo (para nuestro entorno). Con algunas diferencias para destacarse de entre el montón de paja, o grupos políticos con ideo-logías más o menos actualizadas o quizás trasnochadas para gobernar o dirigir una población de comienzos del siglo XXI hacia los fines que propone la doctrina, (los republicanos, los conservadores, los liberales, y para no pelear por nombres ya hasta se identifican con colores y algunos por siglas). Cada estructura tiene un dirigente, ya sea el que lo conformó o si es muy antiguo el que por meritocracia o heredado tiene obligación de continuar con la sustentación del colectivo, pero hasta aquí nada raro he escrito. Lo que quisiera traer a colación es, que la forma de gobierno que se conoce como monarquía, no existe en muchos países, pero el ser humano insiste en pertenecer a un montón o en crearlo para ser el dirigente de alguno y empieza a tener comportamiento como si se tratara de algún rey, los integrantes se sienten “los elegidos”, todos los demás que no pertenezcan, están en algún grado por debajo de la media de inteligencia. Pertenecer a un grupo, psico-lógicamente hace sentir a sus integrantes intelectualmente superiores con respecto a todos los demás pares, pero si hay antagonistas o detractores, no dejan de ser calificados como personas perdidas, casi que descerebradas y si acaso dentro del grupo se encuentra una persona con la virtud del respeto y la humildad, que escucha los puntos de vista de las demás organizaciones, es ya motivo suficiente para darle palo o expulsarlo.	Un grupo logra la fidelidad que más de un matrimonio desea, consigue de forma gratuita la defensa a fuego y sangre de esa unidad, no cayendo en cuenta el sacrificado, que lo importante no es el respeto a las ideas que cambian con el tiempo y el espacio, si no, que lo trascendental es el ser humano, simple y llanamente debemos respetar a nuestra especie cada uno con sus ideas tan diferentes y que quizás, ninguno, así lo creamos, tenemos la verdad absoluta de nada. Vamos caminando en un descubrir lento de cómo es que funciona el universo exógeno y el universo psíquico humano, si entendiéramos esto, quizás aquí en Colombia no se hubiera presentado la llamada época de la violencia en los años 40 del siglo pasado, y que lastimosamente se repite ahora entre personas que se dicen pertenecer a grupos con mandatos ideológicos que enseñan, cómo es mejor gobernar, para no caer en algún pecado contra el prójimo. Según lo dicho un reconocido pensador extranjero ya muerto hace muchísimos años, que se desenvolvió en una estructura social diferente a la que hoy nos envuelve, que si capitalistas, que socialistas, que petristas, que uribistas, que todos son unas bestias y por eso no merecemos compartir el mismo pedazo de tierra que nos tocó por suerte. A veces, solo a veces me gusta la monarquía, un solo gobernante, con poder heredado, educado para gobernar, y con poder absoluto, tanto que es prohibido burlarse de las decisiones que tome, porque eso merece la muerte, control ante todo, Colombia es un país descontrolado. Dé Clic a nuestro logo para descargar la aplicación del periódico Dé Clic al logo para descargar la aplicación de la emisora